Gabinete Psicológico
La FRUSTRACIÓN...
Es el proceso emocional que se da cuando un deseo,
una expectativa, una ilusión o una necesidad no queden satisfechos o se cumplen.
Tanto los niños como los adultos
estamos expuestos a ella y solo la enseñanza en modos de afrontarla nos hará no
sucumbir y tener reacciones y respuestas no deseadas. Los niños tienen más
posibilidad de dar respuestas primarias e impulsivas (como la agresividad, la
oposición con el no o las pataletas y enfados) sin embargo los adultos pueden
tener comportamientos no adaptados, incluso regresivos, cuando se enfrentan a
ella y su tolerancia está a mínimos.
Un poco de frustración en buena,
demasiada no, afecta a la autoestima y a la percepción del mundo que nos rodea.
Nunca se ha de forzar una opción,
pero sí buscar alternativas.
Emociones que aparecen con más frecuencia ante la frustración.
Al ser vivencias personales
(modos de posicionarse en el mundo o frente al otro) cada persona (niño/adulto)
puede enfrentarse y reaccionar de manera
distinta:
–
Enfado / Agresividad
–
Tristeza
–
Depresión
–
Angustia / Ansiedad
–
Somatizaciones
–
Etc
¿Se puede evitar la frustración?
•
Buscando alternativas a la expectativa
insatisfecha
•
Sustituyendo / posponiendo la expectativa,
deseo, necesidad
•
Tolerando el grado de frustración para
enfrentarse de forma positiva.
Tolerar la frustración significa
ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones. Podríamos decir que es una
actitud ante la vida.
Tolerar la frustración es
distinto que resignarse o aceptar el fracaso sin otra opción.
Si lo que queremos es que nuestros hijos no toleren la frustración…
Debemos…
Complacer siempre,
Ser permisivos
Sobreproteger
Así nunca favoreceremos su
desarrollo.
Facilitar las cosas y evitar que
se enfrente a situaciones adversas
Se frustrarán ante situaciones negativas o aquellas que no sepan resolver
Ceder ante cualquier demanda /
requerimiento de modo que el niño siempre consigue lo que quiere y no se enfrente
a situaciones negativas o displacenteras
Provoca Frustración ante
cualquier imprevisto
Los niños con poca tolerancia a la frustración…
•
Tienen dificultades para controlar emociones y
regularse
•
Son más impulsivos e impacientes
•
Buscan la satisfacción inmediata, si no la consiguen
responden con rabietas
•
Son exigentes
•
Son mas favorables a desarrollar cuadros de ansiedad,
depresión ante conflictos o dificultades
•
Son egocéntricos (creen que todo gira a su
alrededor/dificultad para tener en cuenta al otro)
•
Son poco flexibles y adaptables.
•
Son rígidos y radicales (blanco o negro)
¿Cómo enseñar a afrontar la frustración?
•
Introducir la espera no darles todo al momento
(inmediatamente). Los niños pequeños no entienden el concepto de tiempo ni la
disponibilidad del otro.
•
Enseñar a tener en cuenta al otro. El otro puede querer
una cosa diferente
• Ofrecer alternativas. Si no puede ser esto, aquello. La
nueva alternativa también puede ser gratificante.
•
Introducir límites adecuados y concretos para que pueda
aceptar el No.
•
Dejarlos en falta: no complacerlos siempre.
•
Introducir la espera no darles todo al momento
(inmediatamente). Los niños pequeños no entienden el concepto de tiempo ni la
disponibilidad del otro.
•
Enseñar a tener en cuenta al otro. El otro puede querer
una cosa diferente.
•
Ofrecer alternativas. Si no puede ser esto, aquello. La
nueva alternativa también puede ser gratificante.
•
Introducir límites adecuados y concretos para que pueda
aceptar el No.
•
Dejarlos en falta: no complacerlos siempre.
•
Introducir el Si y el No (ahora sí, ahora no)
•
Enseñar en la cultura del esfuerzo
•
No facilitar, no dar todo hecho (sí ayudar)
•
No ceder al chantaje emocional, no ceder a las
rabietas.
•
Marcar objetivos o demandas realistas y asequibles a su
edad.
•
Enseñar a tolerar los fracasos / perder (no siempre se
consigue (gana) lo que uno quiere, cuando uno quiere)
•
Enseñar a identificar el sentimiento de frustración.
•
Enseñar al niño a pedir ayuda si no sabe encontrar la
solución
(p. Ejm. ¿Qué
podrías hacer si esto no se puede hacer ahora?
Por último recordar siempre que los niños copian las actitudes y respuestas de los padres. Ellos son su fuente de inspiración, sabiduria y aprendizaje.
